Seré lo que no esperas, seré lo que no soy.
Seré la primavera con todo su color.
Seré la melodía que te haga suspirar
También la lejanía para hacerte pensar.
Seré yo el sufrimiento cuando quieras llorar.
Seré el bufón del día cuando quieras gozar.
Seré yo el infinito también seré el final.
Seré cual luz del día en quien puedas confiar.
Tú, serás cual sirena de un tempestuoso mar.
Tibia como la arena, clara como el cristal.
Yo, seré lo que quieras pídelo y tú veras.
Esclavo sin cadenas, santo sin pedestal.
(Miguel Ramos-Valdés)