Hoy tome una rosa roja prestada que estaba cerca del morir, la siembre en otro lugar para darle vida donde mi madre está durmiendo, esa rosa brillaba de amor y de sentimiento.
Sentía la sonrisa de mi Carmen y a la vez de su regaño por haber tomado algo que no era mío, pero Dios me aludo para decirme: haz lo que puedas hacer por sonreír aunque enfadada este tu madre, ella está a mi lado y te la cuidare como ha hecho revivir esa flor roja en su tumba.
Madre alimenta esa rosa en tu sepulcro para el que la vea tenga esa felicidad de amor que necesita y prometo no tomar prestada otra flor .