—¿Qué te produce más espanto?
—Mirar hacia donde se perfila el mañana.
—¿Porqué lo dices?
—Por la precisión de la rutina.
No persigas rayos de luna,
tan sólo son inconsistencias espectrales
difíciles de abrazar.
Noche tibia, de sábanas infieles.
Escarabajos perdidos entre sus arrugas,
el dolor es un anuncio.