Su aroma tibio nació
recorriendo mi cuerpo
bajo las sábanas rosas
me tentó su cuello.
Aún dormía
en relajo pleno
sellando su cuello
cayeron mis besos.
Un quejido en murmullo
acomodando su cuerpo
sentí sus manos
rodeando mi cuerpo.
Su talle tibio
hizo brotar mi esfuerzo
cuando sus manos
rozaron mi extremo.
En un arrebato
las puertas cedieron
avanzó furioso
el claro fermento