Canto, a la madre, que me parió los hijos...
Canto, a la abnegación, en ella
Rindo tributo a la mujer más bella
A la de tierno corazón, que sus hijos ama
Canto, al precioso ser, que madre llaman
A la de corazón puro y espíritu bueno
Canto a la madre que amamanta con su seno
Al hijo, de sus entrañas, que en su vientre lleva
A ti mujer de afortunada estrella
Que te bendijo Dios, en brazos de tu hombre
Quiero expresar, con frases que te nombren
El más sublime rol, que te ha entregado el cielo
El de ser madre, mujer y concebir, la creación del Verdadero.
Ser madre, con nada se compara
No hay una condición, que entrañe tanta entrega
Ser madre es una bendición, que no a toda mujer llega
Sino aquellas, a quien Dios, en su justa providencia
Le otorga el don, sublime, de su esencia
De dar a luz, un ser, en su infinito amor
Madre, es aquella, que en ella conoce del dolor
Pues para parir sus hijos, estoica lo recibe
Madre, digna eres de admiración, de un hijo, que te escribe
A quien también, su madre, lo parió y esta en el cielo
Una agnegada madre, que amó y cuidó su prole, con su celo
Como una leona, protege sus cachorros
Bendita sea mi madre...Oh cuanto yo la añoro!
Morena oscura, los hijos que me diste
Son una bendición, a tu amor bueno
Los tres, llenan mi vida, con su querer sereno
Expresión, tuya mujer, conque me amaste
Perdón, por no quererte así, es el contraste
Entre el amor, del padre y de la madre
La diferencia, todos la miran, con detalle
Porque el amor de madre, en todo lo supera
Gracias, por darme un hijo varón, en medio, de dos nenas
De ellas, mi hija mayor, la de alma buena
Y la otra menor, quien me dio un nieto
Los tres, tuyos y míos; nuestros cuerpos
Los procrearon, mujer y ahora son cinco
Morena clara, tres hijos concebiste
Son fruto, del amor, que nos tuvimos
Dos nenas y un varón, tuyos y míos
Ellos son tu pasión, tu vida misma
Los veo y me recreo, cuando estabas en cinta
Y El día, que nació la primera y fuiste madre
Recuerdo, que llegue al cuarto y ví el detalle
Cuando la acurrucabas, en tu pecho
Pude ver tu emoción, recostada en el lecho
Así, cuando la otra nena llegó, ví la alegría
Se repetía, la expresión, con nuestra segunda hija
Con el varón, llego la madurez, la vida estable
He aquí, tus hijos, mujer; eres su madre!
Fabian Reyes
16/05/ 2017