Josué Góngora

Y te conocí...

Tus palabras eran diferentes, tus gustos eran diferentes, tus emociones también eran diferente.
Fue facil convertirte en mi éxtasis, mi droga, siempre tú haciendo surgir al poeta desesperado que busca quien reciba sus versos. Mi gratitud eterna a aquel Apolo que cambió mi esencia de insensato y la convirtió en un pensador.
Atracción fatal que por la distancia nos duele, lubricidad que de mi ser has llenado, amante amoroso, romántico en su tiempo.
Palabras tontas que quedan cortas en mi pensar, palabras tontas que de mi corazón maldito surgieron ante tí.
Amor que arderá eterno con las llamas que por nosotros son alimentadas, amor que perdura desde el primer día en que te conocí