PROPICIO EL SANTUARIO...
¡HACER ES DECIR, CON EL EJEMPLO!
Por largos días me diera, retiro fue necesario,
la cita estaba fijada, cumplir debía una meta,
igual que otrora lo hiciera, ¡corriendo cuán buen atleta!
atrás usaba mis piernas, ahora gran ideario.
Allá en mi fuero interior, hallé propicio el santuario,
y pude darme el asueto, que al alma limpia y respeta,
también dispuse de tiempo, lucías pluma tú inquieta,
tratando así dos tareas, parir logré un poemario.
Cumplir los pasos te dejan, adentro gusto agradable,
después extiende la vida, la justa y noble factura,
actuar supiste lo sabes, por normas guiado y cordura.
Se puede obrar con decencia, tratando al prójimo amable,
me asisten muchas razones, deseo daros ejemplo,
que sea humilde y sensible, luciendo honrado en mi templo.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
CONDORANDINO.