Cuentan las leyendas que una vez
entre los árboles del bosque
entre las rocas del río
bajo las nubes del cielo
rodeado de las malvas los dientes de león
el llantén la caléndula
apareció un hombre de mente libre
de andar suave de voz alegre
que contaba historias
que conocía las almas
que se divertía con la vida.
Y a ese hombre le buscaban
para dar remedio, para escuchar las penas, para sentir consuelo,
hasta que llegó a los oídos de los jefes de la aldea
y a ellos no les gustó su pelo no les gustó su ropa
ni su libertad,
Y le obligaron a marcharse.
Y desapareció entre las rocas,
y el río borró sus pisadas,
pero dejó semillas en aquella tierra
donde ahora crecen y sueñan los niños.