De regreso al principio
a esperarte como el amanecer,
viviendo la angustia del inicio
para encontrar tus pupilas y permanecer.
Pequeños brazos que sostenían el mundo,
hoy el universo el patio de tus juegos
mi niño va caminando,
abran paso, que va cargado de sueños.
Simplicidad del tiempo
premura que arrastra
horas que devoran el momento
de un corazón que la razón abraza.
Melodía de una canción de cuna
un rito antes de dormir,
hoy en cambio miro la luna
y me rindo a tus ganas de vivir.
Mi niño serás siempre
aún acunarte ya no pueda,
mi pequeño valiente
hoy el hombre de la arboleda.
Creciste de mis raíces
a pausas lentas,
formando pies firmes
que desafiaran tormentas.