Tu mirada agrietó los cimientos de la desesperanza
vaticinó la inminente llegada del sol; en este planeta de hielo
profetizó un futuro sin espina
aún mejor que las obras de Julio Verne.
Tu caricia fue refugio contra aquellos campos
que parecían emular al itinerario nazi
y tu piel un templo sagrado para ser uno con el cosmos.
La comunión de nuestros cuerpos y almas fue;
la postergación de la muerte
y nuestro amor la fuerza mas grande del universo...
...
Aquella que traspasa dimensiones.