Pensó esconderse del mar
aferrándose a la arena
por miedo a perderse en la profundidad.
Seguía retando al viento.
-Me parece y es mi sentir,
su soledad cerrada se hacía presente,
por lo menos algunas veces-.
La volteaba a ver el viento
-el abandonarse-
era más fácil que el comprometerse.
Por lo menos algunas veces
repentinamente, poco a poco
como un remolino de polvo,
se movían sus estrías del corazón.
Se despertaba con dolor en el hueco del alma,
con un movimiento circular
de penas , desánimos y abatimientos
que inquietan y hace más pesada la vida.
Se apagaba a lo perdido,
para continuar el después,
miraba cuando el mar
desviaba su mirada.
Se levanta y camina,
mira y mira al mar
Y se queda estática,
Se derrumba, está abatida.
-Es como dejar que el viento sople.
en la busca de algo
que no se encuentra-
*Khadija*