Si al pronunciar tú nombre
Mi alma se quema en las brasas del amor
Y hasta las calcinadas piedras sonríen
Qué culpa tengo yo?
Si al soñar contigo
Las sombras se mueven amasadas
Como troncos mojados en el tiempo
Llevándote mis suspiros.
Qué culpa tengo yo?
Si al recordarte
Las flores sonríen cómplices
Como adornando mi locura
Como ahogándome en la ternura
Qué culpa tengo yo?
Si al mirar tus ojos de caramelo
Las flores sonríen coquetas
Y disimuladas me dicen “enamórate”
Atizando el fuego que arde por amarte
Qué culpa tengo yo?
Si con sólo pensar en ti
Las estrellas bailan encantadas
Y la luna se emborracha de celos
Qué culpa tengo yo?
Échame a mí la culpa
Condéname al hospicio de la muerte
Has de mí un juguete
Pero después ¡ámame!
Condéname al cadalso
Arráncame la vida de cuajo
Destrózame de arriba a abajo
Pero después ¡ámame!.
Lima 2 de octubre del 2017