La serenidad acuñada,
en el respeto a lo que es;
la verdad empañada
de tanto retorcerse,
por seguidamente,
volverse del reves.
Asoman sentencias
y viles juicios,
destripando el caminar.
El prisma impropio,
oscuro, ajeno y subjetivo,
desleal, sucio y creido,
escupido por intereses,
conveniencias o antojos,
dejan esa vida de otros,
como pantalón maltrecho,
arrugado y raido.
Aún así...
ella disfruto del goce,
aún en la angustiosa pena,
de ni saberse disculpada,
ni tampoco comprendida.
Tuvo la certeza,
de que en cualquier reloj de arena,
esos granos pasados y caidos,
nunca se alzarian para volver.
Guardo y quedarón
esas voluntades queridas:
aferrarse ofreciendo cariño
a quien por sinceridad
lo mereciese.
Aplicaba viva chispa
en cada encuentro,
al compartir,avisaba!!,
llevo chistes y bromas;
como remiendos las ofrecia,
a todos aquellos
que se cruzaban en su vivir.
Emanaba la vitalidad,
que sanamente se envidia.
Fue la flor mas bella
de entre todas las que cuido
en el paraiso de su jardin.
Con sus ojos cristalinos
y vivarachos alerta,
una coqueteria modesta
persistia en ella todavia.
Al darse cuenta...
al observarse encorvada se erguia
con amplia sonrisa en sus labios,
mostrando entereza y firmeza;
ese sello en ella bien impregnado.
A pesar de que la memoria
la estaba diciendo adios,
por momentos abandonando.
Sin pudor por decir un te quiero,
con dos besos siempre prestos,
dando las gracias,
con la gratitud afianzada,
en su camino hacia los noventa.
Noche tras noche
las lunas tallarón
cincelando su rostro,
precisaron el justo relieve
del saber aprendido;
haciendo evidente,
lo curtido de lo existente.
Merecedoras de atención
eran y son sus enseñanzas.
Que en la noria de la vida,
un abajo o un arriba,
resulta ser evidente,
sin saber cuando,
pero corresponde,
el tiempo ata los cabos.
Igual estas en las alturas,
o en la tierra pensativo,
igual eres lo mas genial,
como lo mas inoperante.
Todos no eran de su gusto,
ni era del gusto de todos,
más fue del todo capaz,
de pasar y hacer...sin molestar.
Cabellos peinados,
rostro limpio, aseado,
besos en su frente.
Consejos atendidos,
versos al oido,
te pregunto,
-¿estas vestida ya?