Madre… el hombre blasfema y pena.
¿Se concibe débil e inerte?
Tal vez sea un beso helado.
¿o una mueca de la misma muerte?.
Una sombra gris recorta.
el vuelo raso de un cuervo.
Desflora el hombre un fracaso, madre…
Lo consume un llanto nuevo.
.
Hombre de las seis y media. Llanto duro de vigilia.
Madre… dile que la vida es breve…
Y que no todo es sevicia
Le he visto robar el fuego.
…Costumbre de la inocencia.
Llora el hombre de tristeza, madre…
Aún duda de su conciencia.
Doncella, fantasía de aurora.
Caricia en manos serenas.
Madre…Llora el hombre, ella llora
Abrazados en la arena
Bardo con hiel en el alma
Es serpiente que no muerde
Más que un hombre, madre… es llanto.
Vil égida de la muerte.
El hombre y su cobardía, madre
Es paciencia echada a la mar.
Llora su impotencia e inquiere:
Madre… ¿dime: qué es eso de amar?
La ignominia y la deshonra
son rutas del pensamiento.
Madre…tu patético hombre, llora:
Padece sus sentimientos.
Un ciclón de pesadillas,
un barco negro atraviesa
Madre…Máscaras y espectros ciegos,
Y un llanto de hombre que reza.
Madre… tu vientre es acaso mi llanto.
Sé que me asfixiará la hiedra.
Por mis odios… he de padecer silencio.
Beberé de mi salmuera.
LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
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