Tiempos de zozobra,
de falsos profetas,
de dioses de barro,
de biblias infectas,
de predicadores
de palabras huecas
y de pescadores
en aguas revueltas.
Tiempos de vergüenza,
tiempos de miseria,
de miseria propia,
de vergüenza ajena,
de tragar saliva,
de achicar las penas
con las manos rotas
de arañar la piedra.
Tiempos de aquelarre,
de brujos siniestros,
que lanzan al mundo
su inmundo veneno
de consignas falsas,
de dinero negro,
para comprar sangre
y pagar silencios
para cavar tumbas
y esconder los muertos.