Ocho horas de distancia hacia tus brazos,
poco tiempo volando por el cielo.
Si te fijas, una tarde nos separa,
unas cuantas estocadas del puntero.
Si lo ves de esta forma duele menos:
!Juntas otra vez en ocho horas!
Nos veremos cuando termine esta tarde,
por tu ausencia, la más larga de todas.
Al medirse con la métrica del alma,
¡Cuán extraños son distancia y tiempo!
Mientras más te quiero, estás más cerca,
mientras más te extraño, estás más lejos.