Cisnes y lagos un decorado del rey loco.
Un palacio encantado y la luna profanada.
¿A quien canto? aquel hombre enmédio
de la euforia, no se identificaba con Armstrong
no creía en la gloria, lo quisieron borrar de la historia,
la caza de brujas, la mujer no pudo evitar el llanto,
tan a destiempo estaba allí, en aquel bosque de Bussaco,
huyendo de si misma, Armstrong lejos de la tierra, su hijo
en una absurda guerra, podría estar muriendo mientras
el azul del cielo, era en la pantalla un plano y negro, con
un robot andando a tientos.