No te tengo, no porque no quiero,
Sino porque el destino ha condenado
A caminar tu sombra, tan lejos de la mía,
Dejando a mi corazón atormentado
En la cárcel sin amor, que es esta vida.
No te tengo, aunque a mi lado
Te siento mujer, a cada paso
Y al girarme a buscarte, me castiga
El saberte tan lejos de mis brazos…
Y solo tengo un amargo sabor. aquella despedida.
No te tengo, aunque en mis noches te contemplo
Y me llenas de placer cuando te amo,
En los sueños que provocan mi fatiga.
Te cobijo lentamente en mis regazos…
Mientras llega otra vez un nuevo día.
No te tengo, pero presiento,
Que volverá a brillar el sol, como hace tiempo
Mientras yo besaba tu mejilla…
Y serás la ninfa de un bello río
Desembocando otra vez en mi Bahía.