Hay una fuente en Belalcázar
yo la llamo la fuente vieja
la conozco hace muchos años
y que bellos momentos me recuerda
cuantas veces bajamos
para beber su agua fresca
para recordar el pasado
junto al puente romano
descansando, de tantos momentos
de amor y de risas, fue el instrumento
de los claros días de sol
de las tardes de aguas y vientos
allí jugamos los dos y por eso
mi amor y yo con cariño
le hacemos un monumento...
Junto a la fuente está
el puente romano, viejo
hoy restaurado, cansado
mira en silencio pasar los años
le falta el agua donde se miraba
como en un plácido espejo
no llueve, ya no le cantan las ranas
no hay ni juncos ni senderos
junto al su cauce vacío
ya no escucha los cencerros
de las ovejas que venían a beber
y a mirarse en el espejo
y el silvído del pastor
ni las adélfas en flor
ni el murmullo del bencéjo
si no llueve pronto...
De tristeza muere el puente viejo...