Estoy cansada de ser mujer.
Me canso de mis pies, mis manos,
mi pelo, mis zapatos y mi vestido.
Estoy cansada de estar cansada,
de las chabolas, los coches de la calle,
de escuchar los ladridos de las personas.
Estoy cansada de salir a la calle
y mirar los tendederos de las casas
llenos de ropa que llora lágrimas.
Estoy cansada de mirar en el calendario
como pasan día tras día
igual que las nubes en las tinieblas.
Estoy cansada de navegar por la vida
en un barco azotado por olas gigantes
sin saber el destino del viaje.
Estoy cansada de las puñaladas de las personas
que son como picaduras de serpiente
que envenenan y apagan mi alma.