Jamás un rendirse
ni dudar de ti mismo,
jamás una huida
por más dura la prueba.
Nunca tengas miedo
a las cosas que vengan,
ni te desesperes
por más fuertes que sean.
Camina adelante
continua la meta,
confiando en ti misma
con seguridad plena.
Si por dentro sufres
que nadie se de cuenta,
que nadie se atreva
a sentirte pena.
La pena, no es buena
descompensa el alma,
que nadie se atreva
a robarte la calma.
Puedes cargar una cruz
con dignidad y en silencio,
mostrando una sonrisa
en cualquier tiempo.
Y si acaso el mundo
mostrara tristeza,
muestra una sonrisa
y levanta su pena.
Observa sus ojos
regala abrazos,
palabras sinceras
que nada nos cuesta.
El mundo entero
necesita fuerzas,
batallones completos
nos esperan.
Jamás olvidemos
que en este mundo,
debemos mirar sin fronteras
y abriendo puertas.
Porque no hablar un idioma
sencillo y sincero
estrechando las manos
con amistad sincera.
Nunca mires hacia atrás
aunque nuestras vidas pendan de una hilera,
dejemos en nuestro caminar
una verdadera huella.
Autor: Betty Coronado Díaz