cuando llegaba la noche tenías la sensación de ser enemigo del pueblo. al entrar al hotel cataluña sentiste frío el recibimiento.
el portero te dijo:
Bienvenido al hotel cataluña, señor.
Escuchas voces en tu mente que te hacen sospechar.
Voces te cuentan que te has saltado todas la líneas soportables para la dignidad y el respeto que merece el otro.
El enemigo es el otro- comenta el portero.
¿ Cómo?- le preguntas sobresaltado, como si te hubiera leído el pensamiento.
Venga sartre no molestes al cliente. Ha tenido un día duro. al fin y al cabo es de clase trabajadora.
!Passolini eres peor que camus…!- exclama sartre como reproche por el comentario del botones paassolini mientras ofrece su servicio de llevar la mochila del cliente. Este se siente angustiado, presintiendo que esta encerrado por los otros, convertido en un paria.
¿ Quiere que le ayude a entrar sus armas?- pregunta servicial Passoli con una sonrisa de san mateo.
No gracias, lo que llevo es muy personal. quisiera entrar al hotel y acostarme, ha sido un día duro ,y mañana debo seguir cumpliendo con mi trabajo.
Los dos porteros le despiden.
Al entrar en el hall ve unas luces azules y amarillas parpadeando de forma intermitente, como la de los coches patrullas colgando del techo. Un chica preciosa de 17 años con una pamela cubriendo su cabeza, al verlo da un grito horrorizada, se levanta y se va.
siente mareos al acercarse al mostrador
El recepcionista le saluda con una sonrisa afable para recibirlo.
Bienvenido al hotel cataluña señor. Si lo desea, puede quitarse las botas, el casco y el uniforme ensangrentado, y dejarlo en lavandería. Es muy económico el servicio.
No puedo, lo necesito a primera hora. tengo que partir… cuerpos,cosas, y desde el alba hasta el ocaso, retorcer carne.
El recepcionista sonríe y se disculpa:
como guste el señor carnicero, era solo una sugerencia. aquí, como puede ver y comprobar, las manifestaciones quedan lejos.
LLama a un camarero de habitación que esta distraído escribiendo.
Alberti, alberti, Rafael, acompaña por favor a este señor a la oscura 236.
alberti se acerca cantando:
“Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna”
EL recepcionista llama a Alberti y le susurra al oído.
Creo que se encuentra mal el caballero. no distraigas mucho su pobre conciencia de bruto.
comprendo maestro Unamuno.
alberti al cliente-
señor , si me acompaña será un placer guiarle a su habitación.
Caminan por un pasillo parecido a una rambla seca lleno de luz y gente tropiezan con una bella mujer vestida de virgen que los saluda con un viva españa y san josé, marido perfecto. Otros van con la prensa sonriendo de forma cínica. Los hay vestidos de abogados subidos a monociclos.
¿ qué ha dicho esa? le pregunta a alberti.
Es una política, creo que es socialista,tenemos unos cuantos por aquí para defender a españa.Hoy han traído el ayuntamiento al barrio para acercar la democracia y la participación ciudadana a la calle. Luego han venido a comer y no se han ido. Habrá que echarlos del pasillo dentro de dos días.
El cliente pregunta asombrado.
¿ hacen ustedes eso?
y más asombrado le contesta alberti.
¿ Y ustedes no?
de repnte el pasil cambia y s eocnvierte en una galerias al cruzar una puerta.caminan en silencio primero por una zanjas, luego subiendo una escalera circular suspendida en el aire. solo hay oscuridad ,y un viento que agita recuerdos. Las escaleras se convierten en un desierto donde el sol y la luna se junta en un espejismo. Un perro va hacia ellos. Saluda al alberti . Al ver al cliente sigue escaleras abajo corriendo sin detenerse, rapidamente se pierde . EL cliente vuelve la vista a albertir después de girarla para ver desaparece al perro. Está encerrado en un sótano con un gran tragaluz donde se contempla la ciudad de los obreros. Pandillas proletarias, robos, hormigoneras, chicas vulgares, cubos de basura, actos vándalos, anarquistas. Buero vallejo aparce tumbado en escena en la oscuridad. su voz solemen indica al cliente aturido que mira por el tragaluz asombrado: es la ciudad fabril. La que no tiene miedo a nada. Todos esperan un tren que les saque de esa miseria entre esas chimeneas de cieno. La mayoría, más de los que usted cree serían capaces de dejar pasar ese tren, el que han esperado todo su miserable vida, para salvar a su hermano, a su hermana. Hoy muchos heridos en las calles de cataluña. si no lo hicieran, si no se sacrificaran, la conciencia se lo haría pagar con el tiempo. así es la clase trabajadora.
Mira Buero, es Lorca, comenta alberti
¿ el poeta? pregunta blanco y asustado el cliente como si viniera un fantasma saliendo de uan fabrica de cartones.
No hombre, no, no es el poeta, es Lorca el gitano, al otro ya lo enterrastéis no se sabe donde y no puede resucitar- comenta triste alberti.
Empiezan a caer sobre el tragaluz flechas verticales ardiendo. cantos diseminados esparcen bocas solas , pero que encienden la industria:- tan llenas de penas y profundas son sus voces, sus almas, incluso recitando dentro de las hormigoneras y los zapatos. El viento verde las empuja en la madrugada, y vuelan hasta la siguiente, porque si callaran, moriría la esperanza. Se escucha cantar bajo los puentes a los gitanos:
” cuidad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
cuarenta guardia civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.”
El cliente grita llorando:
No es cierto lo que estáis representando, quiero irme.
Las puertas de las habitaciones hotel cataluña se abren.
Entra al sótano gente con la cara llena de sangre, cuerpos destrozados avanzan en silencio mirando al cliente. Alberti y Buero entregan un pañuelo de seda al cliente para que se quite la sangre de otros cuerpos que la han salpicado y lleva pegada a su uniforme.
Mira Buero, no se va la sangre.
La llevará siempre pegada a su cuerpo, hasta su muerte- asegura Alberti.
No, por dios.Lo hice por mandato- susurra de rodillas con las manos en la cabeza.
Una niña rubia de nueve años se acerca en triciclo.
¿ Por qué golpeastes a mi papa que no te hizo nada ? tiene la cara destrozada. Y a mi mama le escupiste desde el balcón.
Desde el suelo llora el cliente.
dejadme fantasmas.
Se levanta seguido por gente herida. Corre por los pasillos tropezando con cadáveres. Incluso cree que le pegan, pero es cosa de su imaginación. Al salir a la calle ve a un grupo de personas jóvenes que tocan la flauta y la guitarra. suplica, implora:
No me hagáis nada. quiero vivir. Soy un cobarde.
Los chicos se ríen, comentan:
Esta colocado a base de bien.
El cliente sube la coche.
Sartre lo despide:
se va usted.
Me da nauseas vivir- contesta.
Es un buen titulo para un libro- le despide.
Por el retrovisor ve el letrero con letras azules y amarillas parpadeando:
Bienvenido al hotel cataluña.
Angelillo de Uixó.