Andante solitario, andante puro
Por los montes y estepas de la vida,
Con quimeras extremas en su casco
Y en su espada bravura y valentía.
Es toda su armadura un cuerpo duro
Y tiene el alma sensible pero osada.
Es Andante Caballero en el misterio
Y sólo su corcel sabe su peso,
Jamás ha caído en el insulto
De ser un mercenario del confeso.
Detenta su sangre el gen del riesgo
Y su vena el arraigo del sensato.
Sus batallas han sido tan intensas
Como sus noches de pasión y alcobas
Y bajo la luz del sol o de las lámparas
Su silueta ha brillado entre las sombras.
Desayuna con fe y grato cena
Que su mesa se sirve con lo justo.
Acompañado o solo prueba un trago
Por salvar del frío sus entrañas.
Fuma muy poco y lee mucho
Para espantar el tedio y la maraña.
La poesía y la música le han dado
Rodela y paz, acero y ganas.