Donde quiera que haya niños existe
Una edad de oro.
Novalis
Necesito agarrarme a tu popa
Para seguir surcando ilusiones.
Me forjaste en la inocencia,
En la plastilina de un cerebro
Ávido y naciente.
Ahora, en el centro de la senda
Miro a la playa donde te adentrabas
Mar adentro.
Donde levantabas castillos derrotados
por el reflujo de las mareas
que mojan toda la arena
de los relojes.
Solo tu recuerdo me da el norte.
Todas las brújulas que compré
Fueron confundidas por imanes
Que vendían cielos por parcelas,
Cielos que descansaban sobre
Nubes de papel escrito con
renglones vencidos por el peso.
Me fuiste construyendo como si
de tu Galatea se tratase.
A golpe de cincel fui tomando la
forma que te hizo caer en el amor.
Ahora, con el color manzana que
Sobre la piel denota la madurez
Hago balance.
Te busco tras las esquinas del ayer
para detenerte, mirarte a la cara
y preguntarte por qué.
Quiero que me cuentes mis claves.
Quiero responder a las preguntas
Que el pensamiento me lanza con
Sarna sobre mi conciencia.
Cada día.
¿Puedo deshacerme de ti y
Empezar otra vez?
No es que esté descontento
Es que quiero poder elegir...