eibaoga

En tu ausencia.

 

No estas. Y yo, gladiador de tu amor, 
me refugio en la sombra de tu sombra.

 

Ya hecha la noche, 
y a la luz de tu sombra,
me abrazo a tu vacío.

 

Y bailo agarrado a tu cintura ausente 
una danza dolorida por tu ausencia.