Soy fácil de olvidar en el verano,
y puedo pertenecer al río
que nunca sostiene tu mano
por ser de color pálido.
Un cuerpo que muere
es otro que entiende
que el rostro no sabe
que el ruido es de hambre.
Por eso me guardo
para ya no temer
decepcionarme
en los brazos.
Por eso me escribo
para ser de verdad
aunque te haya mentido,
el frío en mí no tiene abrigo.
De vez en cuando
por pensar
recuerdo que voy a morir
y a veces empiezo a reír.
Es fácil olvidar
que tengo años
para sumar.