Voy por los frutos del origen
Por la raíz sagrada del amor
Por el agüita clara de la vida
Por la apacible brisa y su canción.
Voy por la verdad que nace cada día
Por esos sueñitos de alta vibración
Ando en el oficio de adiestrar oídos
Y captar mensajes desde el corazón.
Voy por el sol de cada mañana
Por las utopías, por la ilusión
Por las melodías, viejas, ancestrales
por hierbas y yuyos para sanación.
Voy, como los ríos que corren confiados
Caza-sincronías y guías de luz
Tengo en la garganta tanta cosa buena
Y la boca llena de gracias a Dios.
Andrea