Aveces es necesario batirse en la miseria para reconocer que la fortuna se conforma de poco.
Somos altivos, mal agradecidos y arrogantes con el destino, con el tesoro de vivir y vivirlo.
Aveces la vida puede parecer cruel, pero no lo es, sólo sigue su curso natural; tiene que falta alguien para que nazca alguien.
Comprendo que he nacido por causas del amor o en lo equivalente de una equivocación;...... no lo sé!
¡Aveces me suelta el olvido!
Que me abraza el recuerdo que soy para quienes me aman; eso, eso si me gusta, más qué nada, y eso, eso es un alivio.
Humo; es imaginación que vuela, despeja y disipa los pensamiento de un corazón abierto y hambriento a las alas del amor nocturno; beso, beso y amor.
No hace falta ser sabio para discernir que la tierra simplemente es tierra en sus confines, como lo fui, soy, y seremos en las eternidades del tiempo.
Me abraza un morir para poder decir que aún significo muchos recuerdos y alguien fui.
Imagino que vivir no significa nada; porque el morir resulta más en la magnificencia y santidad de todo lo bueno y malo que fui y que nunca seré.
Hasta ese momento un mundo entero querrá darme lo que nunca fue capaz de ser y dar ante mis ojos.
Odiaría ser un santo, un héroe, un ejemplo y verbo que viviendo fui cruel o un misterio.
Sólo bésame, abrazame y escúchame, que yo escucharé tu voz al decir que me quieres o me odias y sabré estando vivo que puedo ser ese muerto que jamás el mundo sabrá, y dejare de sufrir, porque sabré le que yo en vida significo para ti.
Marc Téllez González.