N o me dejo dormir, el Ché Guevara
al ver sus ojos abiertos en la Higuera
me miraba con su eterna primavera
cuando observe su rostro, ¡ cara a cara !.
A su asesino le ordenó ¡ DISPARA !
Yo soy el comandante Guerrillero
si éste es el destino en mi lucero
cargarás con la cruz que te depara
al medir la medida de tu vara
Vos me mata, pero Yo no muero.