De la fiera tormenta
Azotando en mi ventana
En esta noche que
La soledad no acompaña.
Truenos surcan
El alborotado cielo,
Despertando en mí el anhelo
De irte a buscar;
Cruzar la frontera de tu cuerpo,
Y que en silencio nuestras almas
Se puedan comunicar.
El miedo me atormenta,
No sé qué pasará
Si tal vez al cruzar la puerta
Mal has de reaccionar
Pero solo una vez ha pasado
Lo que se ha vivido
Y en medio del frío
Entro a buscar.
Abro las puertas
Y sus chirriantes ruidos
Hace que mi agitado corazón
Aumente más sus latidos.
Me percatas y te levantas
Me comienzas a mirar,
De tu boca un susurro suave
Mi nombre comienza a llamar.
Me acerco y miro
En tus ojos la divinidad,
Y de manera inconsciente
Tus labios empiezo a buscar.
Y en tu boca encuentro calor
Y a su tiempo también pasión.
Mi mano baja por tu cuerpo,
Y la tuya desabrocha mi camisa,
De tu rostro brota una sonrisa
Que despierta mi sed de amar.
Tu cuerpo desnudo,
Hermosa deidad,
Lo aprecio con besos,
Y hundiéndome en su mar.
Entre sábanas blancas
Se hablan dos almas
Que con el calor del cuerpo
Se pueden comunicar,
De una manera tan caótica,
Como si fuese el Big Bang.
Nuestros cuerpos unidos,
Nuestras almas en la infinidad
De este choque de universos
Que ocasionaron nuestras ganas
De sentir lo que es el amar.
ALHR 0731