Te miro desde lejos,
hombre de los silencios,
de mil angustias guardadas
muy adentro del pecho,
angustias que haces versos
para que no queme su fuego.
Te miro desde lejos
y no quiero acercarme,
eres como esos dioses,
que no está hecho de carne,
eres espíritu y vida,
eres amor invaluable.
Te miro desde lejos
y me carcome el deseo,
deseo de acariciarte
y sentir que eres real,
y no solamente ese sueño
del cual no quiero despertar.
Te miro desde lejos,
ser noble y espiritual,
autor de esos poemas
que al alma van a parar,
sin embargo solo miro,
por temor de hacerte mal
Maria Hodunok