Algún día
Volveré a sembrar
una oliva en mi huerto.
Juro que la cuidaré
más que a la primera.
Algún día
tendré en mi balcón,
o en otro rincón de no sé dónde,
un arbolito de naranjas chinas.
Algún día
veré la noche de San Lorenzo
y sentiré los dulces
golpes de las estrellas fugaces
en mi rostro.
Algún día serán míos
los fiordos de Noruega,
el mismo de Furore
o las rías gallegas.
Y si un día cansado
de otros algunos días,
reparto mis libros
entre mis amigos
y luego te pregunto: ...
¿Qué podría preguntarte?
Pienso que no lo sé,
por favor,
dímelo tú.