El privilegio de escribir,
debe ser correspondido,
dejando letras de amor,
y el odio en el olvido.
El escritor es una fuente,
que la sed puede saciar,
o bien ser como fuego,
que termine de quemar.
Deja fluir palabras,
que curen las heridas,
y no frases grotescas,
que dañen más las vidas.
Tenemos responsabilidad,
de respetar a los demás,
sin denigrar por credo,
color raza o algo más.
Si eres un bendecido,
un poeta soñador,
lleva mensajes que sanen,
como lo hizo mi Señor.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Corredores, Puntarenas, Costa Rica.
10 de abril 2015.