Vivo en la encrucijada, del amor
Un verbo imposible de realizar
¡Qué bonito es querer, vello resplandor!
Que te alza a las cumbres más altas…
Y luego caes por el terraplén
En la muralla de las lamentaciones
¿Por qué quiero, lo imposible?
Por amar mas allá, de las emociones…
Con tan solo mirar la silueta
De una foto divina, preciosa
La vida pasa de largo y rápida
Aunque el alma, sea amorosa…
Y no envejezca, jamás
Por eso nos agarramos siempre,
A una vela ardiendo, sin cesar
Porque el amor es una fiebre…
Que se alimenta de ilusiones
Y siempre vuelve a empezar
Yo me he caído mil veces,
Viendo una preciosa musa…
Inalcanzable para mis emociones
Que se transforman en besos,
Lanzados al viento, de las ilusiones
Que siempre terminan en lamentos…
Por no conformarme con mi edad
Y así muero mil veces, por la crueldad
De enamorarme, como poeta medieval
Dios mío cuándo cerrare, la amistad…
Para no pasar de ella, a la frontera
Del bien y el mal, amores prohibidos
Que entran sin querer en mi cabecera,
Dañando mis enloquecidos sentimientos.
¡Perdido en los caminos del amor, por culpa de ilusiones imposibles que revienten mi llama, al desamor!
Modesto Ruiz Martínez / martes, 18 de mayo de 2010