deividstiven

AQUELLAS AGUAS

En la oscuridad del pálido ocaso,

A la orilla del crepúsculo que se muestra en tu mirada,

Se dejan ver, las primeras estrellas,

Aparecen como inéditas, tranquilas.

Tratando de no despertar tus aguas dormidas.

 

Navego moribundo; enfermo,

El torrente de anchos ríos, que

Hasta tus mares llega. De mi navío,

Empujado por tus manos como olas,

Extiendo mis besos como redes, que bañan tus ojos.

 

Y  aquellas aguas,  extendidas por un vasto cielo,

Que termina con tu mirada, encienden aquel fuego,

Que al invierno aleja.