15 de mayo/ 2010
Qué podemos rescatar del tiempo, para hablar de vos
para blasonar estos años con la insignia del respeto;
(es fácil aprender si queremos alcanzar una meta)
Pero cuán difícil debe ser repetir la lección
para que otros sean instruidos,
por ello la docencia es un apostolado constante
con la única finalidad
de que la meta deseada sea de alguna manera
por parte del discente,
un reconocimiento para él o para ella
en este caso para ti ¡ Alis!
que nos has dado a conocer
este maravilloso mundo de la literatura.
Por eso qué puedo rescatar del tiempo
-lo único confirmado y palpable-
Es lo que se demuestra día con día, paso a paso,
sobre tus mismas huellas;
lo que tú nos has forjado.
Recuerda: que el viento mueve la hojarasca, la dispersa,
pero el árbol donde se desprendieron esas hojas
seguirá dando fruto…
nosotros somos ese fruto y, los que se han ido
o se han esparcido por alguna causa
jamás olvidarán tu enseñanza;
por eso mi estimación es grande ¡más grande todavía!
Porque mi felicitación es doble
-a la amiga y confidente al excelente ser humano
y, a ti profesora del arte literario
dos personas distintas y un mismo ser-