DEMÓDOCO

TUS OJOS Y BOQUITA DE FORAJIDA, CRISTINA

 

Por Alberto JIMÉNEZ URE

 

Casi a la medianoche de cada tantas veces, Cristina,

Fascinado, miro tus ojos y boquita de forajida

Para experimentar el goce de las «khatarsis»

Porque ambos somos «cátaros»: puros,

Como la pesadilla del que vive simultáneamente

En dos realidades que parecen distintas pero no.

El fuego de tus rabiosos ojos, Cristina,

Y tu boquita abierta también enfurecida

Como paradigma que nadie advierte al pie del pódium

De la Ignorancia Inmensa, lesiva e incandescente […]

Tus gritos esparcen por el Mundo sin llantos

Porque son de diabla delatada por sus difuntos.

 

Casi a la medianoche de cada tantas veces, Cristina,

Intrigado, miro tus ojos y boquita de lunfarda.