Caminamos cada minuto, cada segundo;
hilando horas,
con la mirada perdida una y otra vez,
cada segundo… minutos y horas en la tuya,
los momentos se entremezclan con los tiempos
de otros días y sigo; no sé si lento o rápido, confuso;
con tu presencia intacta aunque el tiempo pasa…
tensado, resistiendo, convirtiéndose en cómplice,
en amigo inseparable de nuestras vidas,
seguimos flotando,
navegando con un lugar en el tiempo,
con un extremo lejano arrugado, lleno de escarcha blanca,
acercándonos donde se acumulan todos los recuerdos,
monólogos de nuestras vidas en carrusel,
entrelazando tristezas y alegrías, añoranzas…sortilegios,
seguimos como gregarios del amor con nuestros
bastones al ristre,
simulando espadas que hieren el camino que recorremos juntos,
con la sonrisa llena de recuerdos,
nuestros cuerpos cansados; sin ecos de lamentos acuesta,
mas ese instante preciso que preside nuestro amor en el tiempo.
Hastiado el silencio; el tiempo no se rinde,
sigue con nosotros entrelazando nuestras manos.
---romo-- Rodrigo Rodríguez --- 2017