Todos aman tus ojos tiernos y expresivos
pero yo me quedo con tus miradas...
Tantos aman tu nariz haciendo mohínes
Pero yo me embriago de tu respiración
Y aunque me exacerba tu cuello blanco
Me quedo con el latir de tu sangre
Sé cuántas miradas desvían tus senos
Pero yo, siempre me quedo tus suspiros
Todos miran tus brazos abiertos al viento
y yo me quedo con la estrechez de tu abrazo
Ellos ven tu vientre que tiene valles y cimas
y yo me quedo con tus vaivenes amables
Miro cuántos enloquecen tus caderas
pero me quedo con el ritmo de tu andar
Tus piernas que embelesan y que embriagan
pero yo... me quedo con la guía de tu camino
y acaso sean tus pies la coronación del gusto
pero yo me quedo con tus pasos que vienen y van
Y es que, sin negar lo hermosa que eres
todos quienes te vean, deben saberlo bien
pero yo me quedo con las cosas pequeñas
esas que no se notan, que pasan silenciosas
y que se quedan siempre tan dentro de mí
como tus manos, cuando la extiendes hacia mí
Esas cosas que nadie nota... que se escapan
Como sin importancia, ante todo lo que tienes
y yo me quedo con ellas, porque cuando no estás
Ellos no ven tantas cosas lindas que tú tienes
y yo en cambio, me quedo con esas pequeñeces
que no se ven, pero que retratan lo que tú eres...