Te pueden matar ilusiones, perder lo que más has amado, ver derrumbarse tus sueños,
o sentir que todo ha acabado.
Puedes despertar un día, sin saber a dónde ir, creyendo sin rumbo tu vida,
y sin motivos para vivir.
Quizás sean penas del alma, o bien de amores perdidos, sintiéndose muerto por dentro,
pues alguien te dejó en olvido.
Talvez son enfermedades, que han tocado tu ser, pensado que el tiempo es corto,
y que vas a desfallecer.
Ocurre en la vida a veces, ¿quien así, no se ha sentido?, palpando dentro del pecho,
su corazón destruido.
Cierto que existen momentos, difíciles de llevar, pero también existe uno,
dispuesto siempre a ayudar.
Te hablo de aquel que a los muertos, con poder hizo resucitar, que dio vista a los ciegos,
y al leproso hizo sanar.
Aquel que a los pecadores, Les enseñó a no juzgar, ¡El que esté libre de pecado,
que pueda la piedra tirar!.
Que dio de comer al hambriento, y al inválido hizo andar, y entregó por nosotros su vida,
para la nuestra salvar.
El hizo milagros entonces, e igual hoy tiene el poder, sin importar circunstancias,
tu milagro puede hacer.
Te hablo del salvador, de Jesús de Nazaret, ¡Ho, Cuan grande es su amor!,
¡Ho, Cuan grande lo es El!.
Te ama tanto Jesús, Acércate al rey de gloria, no importa cuál es tu pena,
Cristo te dará victoria.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Corredores, Puntarenas, Costa Rica.
2010