Soñaba contigo por las noches,
con tus ojos de esmeraldas.
Y era triste el despertar,
porque no estabas.
Soñaba con tu mirada,
de dos mares esteladas,
y era triste el despertar,
porque no estabas.
Soñaba contigo, lo ansiaba:
oír tu voz, tus palabras,
y era triste el despertar,
porque no estabas.
Ahora no te necesito,
no te necesito para nada,
pero quería decirte esto
porque te necesitaba.