DEMÓDOCO

«SUPLICIOS» PARA LOS COBARDES

 

Por Alberto JIMÉNEZ URE

 

 

Nada horrendo que no hayamos sospechado

 

Experimentamos cuando, quienes no son humanos

 

Ni seres extraterrestres, por nuestras calles azotan:

 

Libre e impunemente, como peligrosas y fétidas jaurías.

 

 

[Que] si a todos el «miedo» nos paraliza,

 

[Que] si por cobardes nos «crucifican»,

 

[Que] si nada hace nadie por matar las bestias,

 

[Que] si proseguimos apacibles mereceremos

 

El mismo epitafio de aquellos que saludaban

 

Al emperador antes de morir en el Coliseo Romano,

 

Pero sin haber sido gladiadores valientes y capaces

 

De iniciar un legítimo «movimiento insurreccional»

 

 

 

Nuestro suplicio duraría menos tiempo

 

En tanto comprendiésemos lo efímeros que somos:

 

Criaturas infames de ininteligible exaltación teológica.

 

 

 

Te pegan con garrotes y ríen haciéndolo,

 

Se apropian de todo lo que te pertenece,

 

Tienen la paternidad del morbo y sadismo:

 

Pero nunca podrán falotrar tu impredecible.