Sentado bajo el sol naciente
junto a flores claras de rocío
la hierba resplandeciente
el calor rompiendo el frío;
la noche huye del día,
silenciosamente se retira
corriendo va a la lejanía
donde ya nadie la mira.
Los árboles cobran vida,
los pájaros alegres pían,
llaman al alma dormida
de los que al fin aspiran.
Y el color de mil pétalos
bajo la dulce luz del alba
descubren mil de tesoros
donde antes había Nada.
Todo ha cambiado ahora
pasada la noche sombría
solo existe la risa sonora
del que recuerda la alegría.