De niño fui un soñador que jugaba con los sueños.
Y ni sabía ni quería saber que era eso de hacerme mayor.
Para hacerme, tuve que mezclar años con desengaños.
Y cultivar vida en secano y en regadío
y tristeza e inquietudes
y las lluvias torrenciales y los sirocos
y los libros de ayudar a hacerme
y la alegría explosiva de los primeros besos escondidos
y la luz del vivir
y la oscuridad de las muertes.
Y me iba haciendo mayor
viajando caminos de un lado a otro
He juntado después la mar de las estrellas
con la espuma firme de la tierra.
El respirar del sur con la morriña del norte.
He puesto canciones en los márgenes de lo que viví.
No he puesto muros al corazón ni freno a las ideas.
Y después de todo este tiempo vivido
de pisadas sin más a pasos largos y cortos.
Me hice mayor
para volver al mismo prado de mi infancia.
Y por último, ahora, como cuando era niño ...,
sigo soñando con la belleza infinita del universo.
a la espera del viaje a las estrellas.