Tiempo hacía que no estaba de pie en el valle amado
y sin que nadie faltara para mi dicha plena.
Aún con los labios quietos la palabra llega lejos,
llega lejos la mirada aún cerrando los ojos
y es en la esencia del ser que el hombre se cataliza.
Mas como no hay fonemas para explicar lo sentido
hay que vivir lo vivido en la quietud del espacio
y con los gestos del alma traducir el sentimiento
para que llegue tan lejos como quiera la paloma.
De mi libro “De letras nacidas entre poetas”. 2013 ISBN 978-987-1977-03-1