Sostengo,
Aunque te parezca una bobada,
Que cuando hablas,
Que cuando me hablas,
Sobre todo cuando lo haces
En el quiebro de un reproche,
Te hablas a ti, no a mí.
Yo solo soy un leve espejo
En el que te miras,
Un muro lejano en el que rebota
Tu quejumbrosa voz.
Cuando dices, ¿No ves que no se
Puede hablar con él?
Mirando al desdibujado rostro de
Una niña que te mira,
Que asiste al momento por azares
Del destino, tu hija...
Niña que se ahoga entre dos aguas.
Cuando dices, retomando el hilo,
La susodicha frase
Constato, ante los ojos de la
Experiencia,
Que mi teoría,
Que vive oculta entre las tinieblas
De ti y de mí,
Es cierta.
Siempre hablamos solos
Porque solos existimos.
Solo existes tú,
Amado lector,
En el mundo que te rodea.
Todo lo que ves lo creas tú
Con tu mente.
Yo solo puedo ser para ti lo dicho:
Espejo
Muro.
Solo te sirvo para que estés seguro,
Amado lector,
De que el camino que eliges,
La decisión que tomes,
Son los correctos.
Lo serán siempre que sean los
Tuyos...