Tengo unas inmensas ganas de escribir,
de verte, de besarte y de mirarte.
Tengo unas ganas insaciables de abrazarte,
de decirte que te amo.
Tengo tantas ganas de escaparnos,
pero no hablo de esas ganas de huir,
mas bien hablo de esas ganas de arriesgarte,
de esas ganas que te dejan volar,
de ser libre y auténtico,
y de no pensar en la sociedad,
que día a día nos vende la imagen de un mundo perfecto.
Tengo unas ganas imparables de amar,
de abrazar al mundo,
de ayudar a los demás,
de esas ganas de poder hablar sin pensar.
Tengo unas ganas infinitas de orar,
de preservar, de mejorar.
Tengo ganas de cerrar mis ojos,
y escuchar la música en el silencio de este lugar.
Porque tengo ganas de llorar de felicidad,
de respirar y suspirar una y otra vez más.
Tengo ganas de compartir,
ganas de crecer y sonreír,
en fin solo tengo ganas,
ganas de ser feliz.