Por haber escogido otra de un rango social
más alto como esposa, la bruja malvada
hechizó por venganza el hijo promogénito del rey,
la maldición era que el príncipe al pedir la mano
de su princesa bonita sería transformado
en una mariposa, hasta el día que la doncella
se le diere la mariposa un beso, ignorante ella,
como el resto del mundo, del hechizo nefasto
Y así se sucedió,
al pedir la mano de su princesa,
en la mañana siguiente el príncipe se despertó,
no como un príncipe sino como una mariposa,
que voló hasta el castillo de la princesa,
en vano, ella no hizo caso a la mariposa
que volaba frenéticamente afuera de su ventana
abierta par en par
El dios Céfiro dió cuenta
y justamente al pasar la mariposa
el hizo una ráfaga y la ventana abrió
por completo, entrando la mariposa
con veloz, aterrizando en los labios de
la princesa asustada, y en este momento
el príncipe era príncipe de nuevo,
y por cierto abrazó con ternura su princesa,
los labios de los dos en un beso de amor
para durar para toda una eternidad
El cuadro por pincel propio