La fuerza de los vientos se viene en camino
los campos asustados sus árboles esconden,
los sembradíos a la deriva no cumplen su orden
quedaron destrozados, todo, todo destruído.
Solo le queda mirar al esforzado campesino
con lagrimás en los ojos, su vida un desorden
busca y busca respuesta, pero no le responden
quedando a brazos cruzados, mirando a su niño.
Como todo lo había perdido y era arrebatado
ahora a esperar la nueva y buena temporada,
con la gente del campo siempre esperanzado;
Buscando la semilla para una nueva sembrada
aun que el sol nos queme el cuero transpirado,
levantaremos las manos por la siembra cosechada.