Sábados fríos... café caliente frente al mar, las olas jugando, yendo y viniendo... ahí sentados tu y yo, solo disfrutando; gente caminado, hombres surfeando, nosotros sin hablar solo observando.
Nuestros hijos en casa durmiendo o quizá pensando: \"este par de locos estarán enamorados\" ???
Tal vez ya no era eso... solo el cariño y la tranquilidad que dan los años, viendo a nuestros jovenes creciendo.
Era nuestro refugio cada sábado frente al mar, degustando un rico café caliente.
Ojala lo recuerdes allá arriba y lo sigas haciendo y así disfrutando.
Yo, desde mi ciudad natal, brindaré contigo y así recordaré la fría Tijuana, su bello mar que jugaba frente a nosotros, yendo y viniendo !!!
Maria Esther Martínez V.